El pasado jueves vinieron a conocer nuestro centro Plan International y una delegación de mujeres de Paraguay. Se trata de un grupo de mujeres emprendedoras en su país gracias a microcéditos que le da esta organización internacional, centrada en la promoción de los derechos de la infancia, especialmente de las niñas, siempre desde la perspectiva de género.

Plan International es una ONG que nació en España en 1937 impulsada por un periodista y un voluntario británicos con el objetivo de ayudar a las niñas y niños que quedaron huérfanos durante la Guerra Civil Española. Hoy, 80 años después, está presente en 75 países y llevan a cabo programas en más de 50 países en África, América Latina y Asia. Su objetivo es trabajar por un mundo justo que promueva los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas.

Para ello, buscan el compromiso de la ciudadanía para asegurar que la infancia conozca sus derechos y tengan las habilidades necesarias para hacerlos cumplir, empoderándoles para que se conviertan en agentes de cambio en sus comunidades. Plan International busca también abordar las causas de discriminación contra las niñas, la exclusión y la vulnerabilidad, impulsar cambios en las prácticas y las políticas locales, nacionales e internacionales, apoyar a la infancia en la adaptación y respuesta a las crisis y garantizar el desarrollo seguro y positivo de la infancia desde su nacimiento hasta la edad adulta.

Plan International desarrolla programas en alianza con la infancia, las comunidades y otras organizaciones en ocho áreas clave: educación, agua y saneamiento, salud sexual y reproductiva, cuidado y desarrollo de la primera infancia, gestión de riesgo de desastres, seguridad económica, protección y participación infantil y juvenil.

Para nosotras ha sido un placer compartir un ratito hablando con las mujeres de Plan International, escuchando sus historias y contándoles nuestros objetivos y nuestra forma de trabajo. Porque creemos que crear redes de mujeres y organizaciones con misiones similares a la nuestra es fundamental para que nuestro trabajo adquiera una dimensión exponencial.