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El pasado 25 de octubre se celebró en Madrid, organizado por la UNAF (Unión de Asociaciones Familiares), la I Jornada de prevención e intervención ante la Mutilación Genital Femenina. Soledad Muruaga moderó la mesa sobre Buenas Prácticas.

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Las diferentes formas de mutilación genital femenina que existen son una violación de los derechos humanos de las mujeresy las niñas y otra forma más de violencia de género, y no las podemos ocultar detrás de costumbres ancestrales de la cultura de los pueblos.

Son conductas «salvajes» que las sociedades y culturas patriarcales permiten con el único objetivo de controlar el cuerpo y la sexualidad de las mujeres, a pesar de los gravísmos riesgos que corren las mujeres y las niñas al serles practicadas, y no sólo en el momento de la ejecucuón sino en las terribles secuelas que suelen acompañarles durante todas sus vidas, sino han muerto en el procedimiento.

Algunos datos de esta terrible realidad

  • La mutilación genital femenina (MGF) comprende todos los procedimientos que, de forma intencional y por motivos no médicos, alteran o lesionan los órganos genitales femeninos.
  • Estos procedimientos no aportan ningún beneficio a la salud de las mujeres y niñas. Pueden producir hemorragias graves y problemas urinarios, y más tarde pueden causar quistes, infecciones, infertilidad, complicaciones del parto y aumento del riesgo de muerte del recién nacido.
  • Unos 140 millones de mujeres y niñas sufren en la actualidad las consecuencias de la MGF.
  • En la mayoría de los casos se practican en la infancia, en algún momento entre la lactancia y los 15 años.
  • Se calcula que en África hay 92 millones de mujeres y niñas de más de 10 años que han sido objeto de MGF.
  • La MGF es una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas.

La mutilación genital femenina (MGF) comprende todos los procedimientos consistentes en la resección parcial o total de los genitales externos femeninos, así como otras lesiones de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos.

En la mayor parte de los casos la MGF es realizada por circuncisores tradicionales que suelen tener otras funciones importantes en sus comunidades, tales como la asistencia al parto. No obstante, más del 18% de las MGF son practicadas por dispensadores de atención de salud, y esta tendencia va en aumento.

La MGF es reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas. Refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada, y constituye una forma extrema de discriminación de la mujer. Es practicada casi siempre en menores y constituye una violación de los derechos del niño. Asimismo, viola los derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometido a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba produciendo la muerte.