Fiesta AMS 2012

Y llegó el día reclamado por todas con tanta ilusión. Habíamos estado esperando tanto tiempo, que no nos lo podíamos creer. Por fin se iban a acabar los divorcios impuestos culturalmente con una misma, las autoestimas desprestigiadas de las mujeres, las esperas infinitas del mito de la media naranja. Llegó el día de la fiesta anual de la Asociación, que habíamos elegido para casarnos con nosotras mismas, cada una con su auténtico YO, en compañía de amigas y compañeras que a su vez se iban a dar el Sí quiero a sí mismas.

La idea de materializar este compromiso multitudinario surgió de un vídeo maravilloso realizado por la Asociación de Mujeres Imperfectas de Bilbao, a las que incluimos especialmente en esta dedicatoria.

Todas llegamos con nuestras más preciadas galas, y nos sonreímos con contenida emoción. Esa tarde mágica hacía calor, pero una brisa juguetona que no había sido invitada formalmente, nos acompañaba, encantada de descolocarnos los pelos y los tules del velo morado, para entretejer los nervios expectantes.

Para abrir boca, acompañando a los canapés multicolores que fueron llenando las mesas nupciales, nuestra sacerdotisa especial, Val, nos amenizó con una danza exótica muy personal, mientras Arantxa, la flautista mágica, iba moviendo los hilos musicales de la escena.

A continuación, se fueron desgranando unas actuaciones artísticas de compañeras valientes y generosas.

Por ejemplo, Ana la cuentista, compartió cómo estaba a punto de casarse por segunda vez, porque ya lo había hecho con su entidad bancaria. Laura cantó una versión de Bebe en la que “se iba a querer simplemente por ser y elegía cuidarse, porque ya tocaba”. Un grupo de recién nacidas amigas celebraron su final de taller terapéutico formando un “Círculo cálido de mujeres”. Y por último, quisimos recordar a Pilar, una compañera recientemente fallecida que nunca se perdía nuestras fiestas; por la que brindamos, después de que su grupo de amigas talleristas dijeran unas palabras hermosas, animándonos a seguir creando redes entre mujeres.

Ya quedaba poco para la ceremonia, así que Soledad Muruaga aprovechó este momento para decir unas palabras como presidenta, y presentar la inminente Jornada internacional “Por la erradicación de la violencia de género y la salud de las mujeres” para celebrar el 25 aniversario de Mujeres para la Salud.

Y por fin llegó la hora. Val, la sacerdotisa, empezó el ritual para casarnos a todas a la vez en grupo, mientras nosotras íbamos asintiendo con todo nuestro cuerpo y todas nuestras voces a lo que nos preguntaba.

A continuación nos fuimos pasando las arras de mano en mano en saquitos que contenían monedas, legumbres y arroz como símbolo de la prosperidad. Pero también compartimos “naranjas enteras” y manzanas, en representación de nuestra autonomía emocional y nuestra sexualidad respectivamente.

Para seguir alimentando nuestro amor propio, la sacerdotisa nos leyó una versión del poema “Mi amor” de Linda Lee Elrod, “conmigo a mi lado, yo creo que todo es posible”…

Mi amor

Cuando yo me conocí, no tenía idea
cuánto mi vida cambiaría

Un amor como el mío pasa
una vez en la vida.
Fui un milagro para mí,
la única que estuve en todas las cosas.
Yo siempre soñé con algo así,
la única con la que yo pensé existía
sólo en mi imaginación.

No tenía que llegar a mi vida, porque
siempre había estado en ella.
Realicé todo lo que yo
siempre pensé
que era la felicidad.
No podría comparar la alegría
que amarme me trajo.

Soy una parte de todas las cosas que yo
pienso, hago y siento,
y conmigo a mi lado,
yo creo que todo es posible.
Este día me da la oportunidad de darme
gracias por el milagro de conocerme…
yo soy, y siempre seré,
el amor de mi vida.

(Versión del poema de Linda Lee Elrod)

Ya estábamos a punto de caramelo, cuando tuvimos que leer los votos, nuestras renuncias y nuestras promesas. Cambiamos “cargar con responsabilidades ajenas” por cuidarnos, respetarnos, escucharnos, ser fieles y confiar en nosotras mismas… hasta asumir la capacidad de hacernos felices a nosotras mismas. Todas nos llevamos una preciosa imagen elegida por nuestra compañera Luisa en forma de Recordatorio de nuestra boda para escribir nuestros compromisos y renuncias más personales.

Luego vino un texto adaptado de Pedro Guerra que leyó nuestra querida Toñy. Y luego todas emocionadas dimos el DO de pecho guiadas por el DO de guitarra de Mónica, cantando una adaptación de los Ronaldos para nuestra boda, “no puedo vivir sin mí, no hay manera, no puedo estaar sin mí, no hay maneraaaa”.

No puedo vivir sin mí

Llevo años enredada en mis manos en
mi pelo,
en mi cabeza
y no puedo más… no puedo más.

Debería estar cansada de mis manos de
mi pelo,
de mis rarezas,
pero quiero más, yo quiero más.

No puedo vivir sin mí,
no hay manera,
no puedo estar sin mí, no hay manera.

Yo me dije que me iría pero llevo en mi casa,
toda la vida.
Sé que no me iré… yo no me iré.

He colgado mi bandera traspasado la frontera,
yo soy mi reina,
siempre reinaré, siempre reinaré.

No puedo vivir sin mi,
no hay manera,
no puedo estar sin mí, no hay manera.

Y ahora estaba aquí esperando a que
vengan a buscarme,
yo no me muevo,
no me encontrarán… no me encontrarán.

Yo me quedo para siempre, soy la reina
y mi bandera,
ya no hay fronteras,
me dejaré llevar, a ningún lugar.

No puedo vivir sin mí,
no hay manera,
no puedo estar sin mí, no hay manera.

(Versión de la canción “No puedo vivir sin ti” de Los Ronaldos)

“PODÉIS BESAR A LA NOVIAAA”, “VIVAN LAS NOVIAAAS”

Rebosábamos tanto amor, que el éxtasis se derramó en un vals con nuestro corazón en forma de globo, antes de felicitarnos unas a otras efusivamente.

Mientras, la sangría corría ya a raudales por nuestros paladares, y nos entregamos al baile y al desparrame.

Una nube de energía positiva subió hasta el cielo y cubrió todo Madrid, cayendo en forma de lluvia violeta. Salió en el telediario, ¿no lo visteis?